Kenji Kita

Kenji Kita

Kenji Kita nació en Japón en 1899 y fue un ingeniero y ejecutivo industrial fundamental en la reconstrucción tecnológica del Japón de posguerra. Su figura destaca como presidente de Fuji Heavy Industries en los años 50, donde lideró la transformación de una antigua empresa aeronáutica en una automotriz innovadora. Bajo su mando, surgió el primer automóvil de producción de la compañía: el Subaru 360, y fue él mismo quien propuso el nombre Subaru, estableciendo así la identidad de una marca que representaría la ingeniería japonesa con carácter accesible, robusto y funcional.

Reconversión industrial y liderazgo en Fuji Heavy Industries

Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón se vio forzado a desmantelar muchas de sus estructuras industriales militares, en cumplimiento con las condiciones impuestas por las fuerzas de ocupación. Una de las compañías más importantes de la industria bélica japonesa era la Nakajima Aircraft Company, fabricante de aviones para el ejército imperial. Esta empresa fue disuelta en 1945, dando lugar a varias organizaciones más pequeñas que eventualmente se reagruparían bajo un nuevo conglomerado: Fuji Heavy Industries Ltd. (FHI), fundado formalmente en 1953.

Kenji Kita fue designado presidente de esta nueva entidad en el momento crítico de su constitución. Su misión era clara: reconvertir el conocimiento técnico acumulado en aviación hacia aplicaciones civiles sostenibles, en un país devastado económicamente pero con una urgencia creciente de movilidad individual y reconstrucción tecnológica.

La visión de un automóvil japonés propio

En un contexto en el que la mayoría de los fabricantes japoneses aún dependían de licencias extranjeras o se encontraban en fases iniciales de desarrollo, Kita sostuvo que Fuji Heavy Industries debía construir su propio automóvil, desde cero, con ingeniería completamente japonesa. Esta convicción se materializó en el desarrollo de un proyecto conocido internamente como el “P-1”, pero que más tarde se convertiría en un símbolo nacional.

Kita estableció una premisa clara para sus ingenieros: “Si vamos a construir un automóvil japonés, debe ser hecho por japoneses, para japoneses”. Bajo esta consigna, nació el proyecto del Subaru 360, un vehículo ultracompacto, ligero y de bajo consumo, destinado a las familias trabajadoras.

El nacimiento del nombre «Subaru»

Uno de los aportes más duraderos de Kenji Kita fue su decisión sobre cómo debía llamarse la nueva línea automotriz de FHI. A pesar de que algunos ingenieros y ejecutivos eran reacios a asignarle un nombre con carga simbólica, Kita insistió en que una marca necesita alma y significado. Así fue como eligió personalmente el nombre “Subaru”, que en japonés hace referencia al cúmulo estelar de las Pléyades, también conocidas como “las seis estrellas”.

Este nombre tenía un doble simbolismo: por un lado, aludía a la idea de unidad y destino común, pues Subaru representa seis estrellas visibles que pertenecen a un mismo grupo celeste. Por otro, reflejaba la estructura misma de FHI, formada por la fusión de seis compañías surgidas de Nakajima Aircraft. Desde entonces, el logotipo de Subaru mantiene ese concepto con seis estrellas —una más grande que representa a Fuji Heavy Industries y cinco más pequeñas que representan las compañías fusionadas.

El Subaru 360: una revolución en la movilidad japonesa

El resultado de esta visión fue el Subaru 360, lanzado oficialmente en 1958. Con un motor de 2 cilindros, 356 cc y peso inferior a los 450 kg, fue homologado dentro de la categoría kei car, creada por el gobierno japonés para promover autos pequeños, eficientes y asequibles. Gracias a esta política y al diseño ingenioso del vehículo, el Subaru 360 se convirtió rápidamente en un éxito comercial.

El modelo era simple pero funcional: carrocería monocasco, tracción trasera y suspensión independiente. Fue el primer automóvil de muchas familias japonesas, y durante más de una década, dominó el mercado de autos urbanos. Su apodo popular, “la mariquita” (ladybug), reflejaba tanto su aspecto redondeado como su cercanía con el usuario común.

Bajo la dirección de Kita, FHI consolidó sus capacidades productivas, expandió su red de ventas, y sentó las bases de lo que más tarde sería una de las marcas más respetadas por su confiabilidad y diseño ingenieril.

Filosofía industrial y legado duradero

Kenji Kita no fue simplemente un administrador: fue un estratega industrial con sentido de identidad nacional. Su insistencia en que Subaru debía reflejar la capacidad técnica japonesa, sin copiar a fabricantes extranjeros, fue clave para el surgimiento de una ingeniería automotriz propia en Japón.

La filosofía que instauró —autos útiles, ligeros, eficientes, confiables y hechos para las condiciones reales del país— seguiría vigente en Subaru durante décadas. Modelos como el Subaru Leone, el Justy o el emblemático Subaru Impreza heredarían ese enfoque técnico y práctico, ampliando la identidad que Kita estableció.

Kenji Kita falleció en 1966, pero su legado perdura en cada vehículo Subaru que lleva su nombre estelar y en la reputación que la marca forjó internacionalmente. Su trabajo es parte integral de la historia automotriz japonesa y un ejemplo de cómo la ingeniería nacional puede desarrollarse con propósito, identidad y eficiencia.

Referencias